La prevención en el duelo: El mensaje que hay que hacer llegar.

Mi madre decía “Que Dios que no nos dé todo lo que podemos soportar” y mención religiosa aparte, que en ella no era muy característica tampoco, esa frase alude a las enormes capacidades que tenemos los seres humanos frente a los avatares de la vida que nos toca vivir. Ella era una niña de la guerra civil y esa frase se la oía a su propia madre. 

De que se trataría, de que dejáramos que las cosas sigan su curso y que confiemos en las capacidades para el sufrimiento de los seres humanos o que nos dediquemos a realizar un malentendido “apoyo psicológico” que implica, en quien lo escucha, una posición de vulnerabilización de los destinatarios. 

Salgamos de los dilemas, se trata de favorecer que los procesos y mecanismos que tenemos los seres humanos para afrontar las adversidades progresen adecuadamente. No tenemos que inventar nada nuevo contamos con la prevención y sí tenemos un constructo recientemente nombrado que es la resiliencia que está en boca de todos, pero que, muchas veces, no se le capta la esencia.

Sabemos lo que cuesta asumir la prevención en la práctica profesional de la psicología, siempre hemos pensado los que nos dedicamos a este campo que obedecía a estrechez de miras; priorizar cifras de intervenciones de atención a pacientes, frente a la perspectiva de invertir recursos que van a dar frutos a medio y largo plazo. Ahora es una magnífica ocasión para que podamos hacer llegar este mensaje, toda la energía de profesionales de la psicología, desde sus ganas de contribuir desde su campo, bien canalizada, puede contribuir a este mensaje capacitador.

Charlaban dos colegas psicólogas explicando una de ellas que trabajaba en el hospital y que se ocupaba de personas que acababan de tener accidentes de tráfico, la otra le preguntaba ¿Veréis muchos estrés postraumáticos? a la que la primera contestaba, de eso se trata nuestro trabajo, de que no haya cuadros de estrés postraumático.

Se trata de hacer prevención de duelos patológicos, de estrés postraumático y de otra patologías que no se tienen por qué dar y que hay todo un capital humano de colegas que lo pueden favorecer con sus intervenciones preventivas, con sus intervenciones que favorezcan que las personas que consultan a estos dispositivos que se han creado, puedan reconducir con sus propios recursos sus procesos de duelo y sus ansiedades de cualquier tipo. 

Una mirada desde esta óptica tiene un poder capacitador que los usuarios agradecen. A muchas personas les puede espantar la intervención psicológica en este momento, además de lo que me está pasando, además de la realidad económica que se me puede venir encima además tengo un enorme riesgo de tener una patología psicológica. Frente a un mensaje de que los profesionales de la psicología estamos aquí para favorecer que la población pueda reencauzar con sus recursos personales el impacto en su vida de una situación excepcional.

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